¡Ya tengo Analytics!

Os disteis cuenta que necesitabais una web nueva…

Ya fue difícil decidir quien os la iba a hacer.

Ahora ya tenéis la web y, tal como pedisteis, viene con Google Analytics.

¿Para esto tanto bombo?

Analytics es una herramienta impresionante.

En su implementación estándar nos permite conocer qué hacen quienes visitan nuestra web, dónde y cuándo lo hacen, con qué aparato y desde donde.

Pero –no nos engañemos– eso no ayudará a mejorar el negocio (a invertir mucho tiempo, sí)

Y… ¿entonces qué?

Lo aconsejable es hacer un pequeño proyecto para decidir qué información se quiere extraer de la web. Esto lo haremos idealmente antes de construir la web.

En un e-commerce, querremos que Analytics nos ayude a mejorar el embudo de conversión.
En una web de un negocio que use AdWords, querremos que Analytics nos ayude a invertir el presupuesto ahí donde sea más rentable.
En cualquier web querremos que Analytics nos ayude a comprender qué partes de la web necesitan mejorar.

Analytics nos puede ayudar con todo ello, pero sería conveniente diseñar la web de una forma determinada, lo mismo que diseñar la estrategia de recogida de datos.